Roma contra Cantabria (II)

Los comienzos (I)...

Parece ser que tanto las sublevaciones en el sur de las Galias como en el norte de la Península inquietaron a Augusto por lo cual, a finales del año 27 y según cuenta la historia “mandó abrir las puertas del templo de Jano”, esta circunstancia sólo se daba cuando había una guerra de importancia o se iban a enfrentar a un gran peligro.

Augusto situó su campamento en Segisama(Sasamón, Burgos), se cree que el ejército romano era de 70.000 soldados repartidos en 7 legiones y numerosos cuerpos auxiliares, el mando supremo lo ostentaba el emperador Augusto.

Como ya hemos señalado, los Cántabros a pesar de ser inferiores en número, manejaban perfectamente las armas arrojadizas, por lo cual no se ponían al alcance de las tropas de Augusto y sí les ocasionaban bajas y molestias con su guerra de guerrillas.

La estancia de Augusto en Cantabria de poco sirvió, y por si esto fuera poco, las guerrillas, lo abrupto del terreno, la falta de comodidades, el cansancio, el desánimo y el susto que le ocasionó una noche de tormenta en la que un rayo cayó sobre uno de sus porteadores hicieron que el emperador optase por retirarse a Tarragona.

Con Augusto estuvieron en el frente contra los Cántabros dos niños, hijos adoptivos, Tiberio y Marcelo, al primero se le llamaba “Biberius Caldius Mero” es decir “bebedor de vino caliente” por su afición a la bebida, su nombre era Tiberio Claudio Nerón, estos dos niños cuando abandonaron Cantabria ya victoriosos se afeitaron por primera vez.

(continúa)