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miércoles, 22 de julio de 2015

Y LLEGAMOS A ... FLAM



Desde la localidad de Geiranger (salida a las 17:00 h) y contemplando el estupendo paisaje de la salida del fiordo en el que admiramos las magníficas cascadas nos preparamos para visitar Flam, localidad que se encuentra a unas 95 millas náuticas teníendo prevista la llegada a las 9:00 horas.

La información que nos proporcionaba la compañía era que se trataba de "una pequeña aldea en el sudoeste de Noruega, al final del Aurlandsjord, uno de los brazos del Sognefjord, el fiordo noruego más largo, que se extiende 200 km." Decía también que su ubicación es unica "emplazado entre montañas dramáticas". No se que quiere decir eso de "montañas dramáticas", supongo que será una mala traducción de alguna palabra noruega...
En esta localidad se encuentra al parecer el "ferrocarril mas escarpado del mundo", pues muy bien, pero como no teníamos intención que pasar miedo y sí de disfrutar decidimos conocer el pueblo y sus alrededores por nuestra cuenta... ERROR.

Desde el barco apreciamos que se trataba de una localidad pequeña, muy pequeña.

Al descender vimos que la componían básicamente tiendas de souvernirs, hoteles (pocos) , un pub-restaurante a modo vikingo, un pequeño museo del ferrocarril y la estación del tren del que os hablé. El pueblecito está muy bien cuidado, pequeñito pero bonito... 




En principio haríamos algunas compras y como teníamos tiempo de sobra visitaríamos el pueblo. ¿Que se puede comprar en Flam?, pues ... recuerdos de Noruega (imanes, abrecartas, trolls, vikingos, zapatillas nórdicas, pañuelos, plumíferos...) lo mismo que en otras localidades y tiendas de recuerdos.

Salimos a conocer el pueblo y en 15 minutos ya lo habíamos visto..., es que aparte del museo del ferrocarril... no hay nada.





Hablando después con otros cruceristas nos comentaron que ellos habían tenido la misma intención, conocer el pueblo, pero habíéndolo visto se fueron a la estación del tren para hacer la ruta.. y ya no había tickets..., la agencia de excursiones (dependiente del barco) había comprado todos los billetes (los que daban la posibilidad de ir, hacer el recorrido y volver al barco con tiempo suficiente para no perderle...), al menos eso les dijeron.


Troll
Aprovechamos para retirar el dinero de la oficina del Tax-Free (abre a las 12:00h), con lo cual... a la hora de la comida subimos al barco. Disfrutamos de los servicios que proporciona el crucero y nos dispusimos a acometer otro día entero de navegación hasta Copenhague.

lunes, 20 de julio de 2015

DE HELLESYLT A GEIRANGER. 135,90 €/PERSONA. ALMUERZO INCLUIDO.7,30 HORAS.

Esta fué una de las excursiones que me recomendaron en la agencia de viajes y que contratamos nada mas llegar al barco…menos mal, y digo menos mal porque de no haberla contratado nos habríamos aburrido un montón…

El barco se adentra en el fiordo de Hellesylt y una vez desembarcados los excursionistas da vuelta y se va al fiordo de Geiranger donde espera hasta que finalizan las excursiones.

El pueblo de Geiranger por lo que pude ver es pequeñito y salvo algunos hoteles no tiene ninguna otra cosa digna de reseñar, bueno, si, una figura de un troll donde muchos turistas se hacen la típica foto.

Itienerario de la excursión, de Hellesylt a Geiranger.

No estaba yo muy por la labor de contratar la excursión pero mi esposa me animó y al final la contratamos…, me parecía y me sigue pareciendo "un pastón", pero después de los precios que vi a lo largo del crucero… ya no me parece tan caro. La vida en esos países es carísima para un español con un sueldo normal normal.
Una de las muchas cascadas que desembocan en el fiordo de Hellesylt.

¿Heidi?, puede ser.

Cascada que finaliza en Hellesylt

Geiranger
Salimos de Hellesylt y nos dirigimos al lago Hornindal, un lago que dicen que es el mas profundo de Europa, con 514 metros de profundidad. No pongo foto porque la que tengo no dice mucho…, un lago, y además lloviendo…

Después una parada técnica, para ir a los baños, y de paso ver uno de los lugares por donde pasaba la Ruta Postal. Esta excursión discurría en su mayor parte por donde hasta finales del S.XVIII los "carteros" llevaban los correos a las diferentes poblaciones. Si en la actualidad las carreteras son sinuosas… imaginemos en aquellos tiempos…

Pudimos contemplar uno de aquellos puentes de piedra que salvaban los ríos y regatos en el cual hay una piedra horadada por cuyo agujero debían pasar las muchachas casaderas, aquella que pasaba se consideraba como el prototipo de mujer de aquellos años…, bueno, a mi me pareció demasiado pequeño el agujero… 




Seguimos ascendiendo por las montañas Stryn, una ruta sinuosa y con neveros impresionantes que hicieron las delicias de algunos de los viajeros venidos de tierras donde nunca ven la nieve. Llegamos hasta la estación de esquí donde había gente disfrutando de la nieve (si, a finales de junio).

La guía nos contó el método que se utilizaba y que aún hoy en día se utiliza para limpiar la carretera de nieve, utilizando el carbón de turba para calentar los neveros… (no me parece muy práctico…).




Carretera sinuosa

Llegó la hora de la comida a 1.030 m de altura… ahí os dejo el menú, no muy abundante pero que estaba bueno.




Nótese la presencia de la petaca cargada con orujo de Potes que siempre me acompaña.

Acabar de comer y sin perder tiempo de nuevo en ruta hacia la cima del monte Dalsnibba, de 1.500 metros. Desde allí pudimos hacer fotos del fiordo Geirangerfjord que tiene 15 kilómetros de longitud, declarado Patrimonio de la Humanidad, ni que decir tiene que el aire que corre por esas alturas tiene poco de caliente…, tuvimos suerte y el tiempo fue estupendo, algo que a finales de junio no es habitual.

Claro, en el fiordo, allá abajo estaba nuestro barco esperándonos.





Desde el monte Dalsnibba

Descendemos del monte por una carretera repleta de S, y bastante estrecha, bueno, la misma que nos había servido para subir y por la que yo personalmente tuve bastante agobio (acojono). 

A partir de cierto punto siguieron las curvas, pero ya la carretera se ensanchó y el firme fue mejor.


Geiranger desde el mirador Flydal
En el descenso volvemos a parar en otro mirador desde el cual apreciamos mejor la belleza del fiordo.


Ya en el barco y saliendo del fiordo podemos ver los impresionantes farallones y cascadas a ambos lados de la nave, un espectáculo digno de verse y de plasmarse con nuestra cámara.



Cascada las 7 hermanas




El pueblecito de Geiranger en si mismo no tiene nada… salvo los hoteles…

Lo que si pude apreciar fue que se trata de un lugar de descanso magnífico y en el que se pueden practicar numerosos deportes de agua, supongo que ello será lo que lleve turistas, aparte del paisaje apropiado relativamente para senderísmo y escalada (hay que estar muy en forma…)




viernes, 17 de julio de 2015

VISITA A BERGEN

La información del barco nos decía que a eso de las 6:00 saldríamos del Canal Storebelt y entraríamos en el Mar Kattegat (entre Suecia y Juttland, península danesa) y que estaríamos a 15 millas náuticas de la costa... pues vale.
Después de un día de navegación casi todo el tiempo por el mar del Norte, bastante aburrido por cierto, en el que no ves mas que agua y el airecillo que corre no es cálido precisamente llegas a las 11 de la mañana a Bergen habiendo recorrido 615 milla náuticas.



En esta ocasión no escogimos ninguna excursión, y parece ser que acertamos al menos no escogiendo la que duraba 2,30 horas, ya que según nos dijeron no merecía la pena... 55,90 euros. Había otras excursiones panorámicas en bus pero...






Bergen es una ciudad fundada en 1070, siendo hasta principios del SXIX  una de las mas grandes del país ya que se trata de un puerto comercial y naval de relevancia. Se puede tomar el funicular Floibanen  y subir al monte Floyen desde donde se divisa toda la ciudad y alrededores, pero hay que andar listo ya que habitualmente hay unas colas importantes.




En esta ocasión nosotros nos fuimos por libre ya que la ciudad está a 5 minutos del punto de desembarco. En el camino pudimos ver las casas típicas del puerto, entre las cuales existen pequeñas callejuelas que están salpicadas de negocios de souvenirs, restaurantes, etc. y empezamos con las sorpresas, los precios... muy altos, vamos, que está todo... caro no, lo siguiente.





Curiosa cimentacion de casa Noruega, hablaremos de ello.






La idea era conocer el Mercado del Pescado (Fisketorget).



Nada mas acceder al mercado nos sorprendió que en casi todos los puestos de venta de productos del mar hubiera alguien que hablaba español. Encontramos de diferentes nacionalidades, y por supuesto españoles.



Empezamos degustando salchichón... de reno, de alce y de ballena. Bueno, tampoco es que te dieran una buena raja para probar, pero lo suficiente para hacerte una ligerísima idea..., en principio la idea era poder comprar, a pesar del precio, alguno de esos productos... esa era la idea, que después cambiamos.












Después de caminar y degustar en algunos sitios y comprobar que aun siendo el mismo producto el sabor es distinto, cosa lógica, me puse a sacar una foto al famoso Cangrejo Real, una especie que he visto muchas veces en los documentales del canal Odisea, un bicho bastante feo pero ... que tiene un sabor excelente y un precio igual... de alto, y en ese mismo puesto había un español, catalán para mas señas, que entabló conversación con nosotros y echó por tierra la fama de tacaños de los catalanes, nos proporcionó degustación de todos los productos, tanto cárnicos como de frutos del mar y sus "muestras" fueron más generosas que las de puestos anteriores...




Pude degustar "caviares" de diferentes tipos de pescado, y por fin probé el auténtico caviar (en esta ocasión la muestra no fue tan generosa, cosa lógica por otra parte), pero tomamos el sucedáneo bueno del caviar y nos dijo como distinguirlo del auténtico, al parecer este sucedáneo que a veces se vende como bueno tiene el color negro ya que se le añade la tinta de calamar y mancha la cucharita, el bueno queda totalmente limpia.




Probamos el caviar de salmón salvaje y del salmón de piscifactoría... nada que ver uno con el otro, mucho más rico el salvaje, con un sabor mas intenso (como en todo, los gustos son diferentes en cada persona, yo expongo los míos), caviar de trucha,... etc. Nos enseñó a distinguir el salmón salvaje del de piscifactoría, por cierto, que no os engañen, el salmón salvaje no se exporta.



Probamos distintos marinados, tanto de salmón salvaje como del otro, y nos dio precios..., el kilo de salmón salvaje estaba a 90 euros si comprabas solamente un kilo, si comprabas media pieza, unos tres kilos, el precio se rebajaba a 80 euros. Eso si, te lo envasaban y te lo ponían listo para llevar sin ningún problema... aguanta de 7 a 10 días.



Decidimos, en agradecimiento a su atención comer en el restaurante del punto de venta, Restaurante y tienda Fjellskal (unas mesas corridas). Ya desde España teníamos claro lo que íbamos a comer... bacalao, salmón y ballena.







El plato de mi esposa fue de salmón salvaje y bacalao y el mío de ballena, ambos con ensalada. El tipo de ballena que se comercializa es de una especie no protegida y más pequeñita que la que habitualmente conocemos (me informé bien antes de pedirla).