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lunes, 13 de julio de 2015

UNA VISITA A BERLIN. EXCURSION SIN COMIDA.99, 90 EUROS ADULTOS Y 69,90 EUROS NIÑOS. 9 HORAS Y MEDIA


Después de realizar todos los controles para tener acceso al barco MSC SINFONIA llegas a un pequeño mostrador donde tienes oportunidad de contratar excursiones que se realizan en los puertos donde atracará la nave. La información no es jugosa ni mucho menos, el encargado no puede estarse a muchas explicaciones ya que son muchos los viajeros que pasan por su mesa así que tienes que ir "a bulto" o como en  mi caso contratar las que me habían recomendado, y la de Berlín era una de ellas.

En Warnemünde es uno de los puertos en el que tienes dos opciones, cosa que no ocurre en la mayoría, la primera es visitar la ciudad, que creo que merece la pena a tenor de los videos que puder ver de esa ciudad, o bien contratar el viaje a Berlín, que fué lo que hicimos nosotros.

Lo primero que he de decir es que las excursiones sobre el papel me parecieron caras, muy caras, pero como no tenía intención de realizar muchas, solamente dos, las que me había recomendado una amiga de la agencia...



La primera de ellas era conocer "algo" de Berlín...



Salimos a las 8,30h después de asistir a las 8,00 a la reunión-convocatoria. Tomamos el bus con dirección a Berlín, nos esperaban 3,00 horas de viaje, aunque se alargaron un poco ya que a las dos horas había que hacer la parada de rigor, estirar las piernas, ir al baño... y comprar agua, por cierto bastante cara, el botellín de medio litro 2,49 euros.



La excursión dura unas 9,30 horas entre una cosa y otra, y si bien se conocen cosas interesantes, si tienes la suerte de dar con un buen guía, cosa que nos ocurrió a nosotros, el viaje es bastante cansado, son muchas horas de autobús...



Para poder estar a la hora en el lugar de reunión tienes que madrugar para desayunar. A nosotros nos gusta ir con tiempo a los sitios, con lo cual las 6,30 horas es un plazo suficiente para levantarse, ducharse, desayunar e ir al lugar de la cita.



Palacio Charlottenburg

La temperatura a finales de junio en Warnemunde, lugar de salida hacia Berlín, fue de 18 grados. Los autobuses son cómodos y equipados convenientemente y los límites de velocidad se respetan escrupulosamente. La salida fue a las8, 30 h y el regreso desde Berlín a las 14,45h con llegada al barco a las 18,00h. La temperatura en Berlín fue agradable, 23 grados.



El guía de habla española, que era chileno, nos estaba esperando junto al Palacio de Charlottenburg, una edificación de estilo barroco-rococó de los siglos XII-XIII.



Como podréis comprender las visitas son "aquí te pillo-aquí te mato" con lo cual te da tiempo a sacar unas fotos del exterior y poco mas..., el exterior al menos es bonito...




Quien pretenda ver lo mas importante de Berlín en tres horas lo tiene crudo, pero  si que podrá ver puntos y lugares interesantes.





Nos dirigimos a continuación a la sede del Parlamento alemán (el Reichstag) y la residencia de la Merkel (el "LA" puesto con respeto, que conste en acta).



Después de "pasar" al lado de algunas iglesias, casi todas de culto protestante (solamente pasamos cerca de una "de las nuestras", bueno, de las mías, que ya se que hay quien tiene otras convicciones igualmente respetables y respetadas) y diferentes avenidas nos dirigimos a la Puerta de Brandenburgo donde dispusimos de algo mas de tiempo para hacer fotos y pasear. 





Muñeco del semáforo con sombrero, perteneciente a la "zona roja", se han dejado "tal cual".


Una de las curiosidades de los semáforos que se encontraban en la zona comunista... los muñequitos de dan el paso  a los peatones o les conminan a pararse tienen todos sombrero, es una seña identificativa de esa zona que en algún tiempo estuvo en la parte "roja". Ahora es una forma de saber en que parte te encuentras.


Sari frente al Parlamento alemán.


Pudimos ver la ubicación de por donde discurría el antiguo muro de Berlín, o como le llamaba mi abuelo "el muro de la vergüenza". Es fácil de saber por donde estaba una vez que te lo dicen, claro, son dos filas de adoquines que discurren paralelos en el pavimento..., así que ya sabéis, cuando en Berlín veáis en el suelo una hilera de dos filas de adoquines continuados estaréis viendo por donde discurría el antiguo MURO DE BERLIN.





Baldosas que marcan el antiguo trazado del muro.

Curiosa bicicleta para 6 ciclistas al tiempo.

¿Que os digo de la Puerta de Brandenburgo? no tiene nada extraordinario, o al menos yo no lo pude o supe apreciar... si lo comparo con el Arco del Triunfo francés, el arco que está junto al museo del Louvre, del que no me acuerdo su nombre, o el Arco de Trajano..., pues se me queda cortito ahora bien, su simbolismo e historia, mas que nada lo que representa... pues si.





Puerta de Brandenburgo

Pudimos ver y pasear finalmente al lado de un trecho largo del muro donde se conservan las pinturas de artistas famosos invitados a dejar su impronta.



Me resultó curioso la poca altura del muro..., pero si tenemos en cuenta que está coronado con un tubo redondo la dificultad para sortearle era aún mayor y si a esto le añadimos alambrada de espino...


Oso de Berlín ataviado para el día del orgullo gay.

La comida "a todo trapo", salchicha.

Otra visita obligada es el Museo del Holocausto... Un espacio de bloques que vienen a representar  el horror de este acontecimiento y que a mi me recordaron las tumbas en el cementerio judío de Jerusalén. Se da la circunstancia de que el material con el que están hechos los bloques del Museo los fabricó la misma empresa que surtía del desgraciadamente famoso Ciclón 3, gránulos que se convertían en gas que se utilizaba en las cámaras de gas de los campos de concentración nazis. El autor del monumento, enterado de esta circunstancia decidió abandonar el proyecto aunque al final un amigo le convenció ya que muchas de las cosas que utilizaba/utilizamos a diario también son fabricadas por esa empresa...



Como os digo, la excursión es a todo trapo, con lo cual la comida debe hacerse de igual manera ya que no está incluida en el viaje. Afortunadamente en los aledaños del Museo del Holocausto hay una serie de pequeños establecimientos donde poder comer la típica salchicha de Frankfurt con patatas que preparan en dos minutos, claro que puedes comer otras cosas, pero irás pillado de tiempo. Los precios... ahí os dejo la cuenta...ah, pedí un bollito de pan, porque no te dan pan con la salchicha..., pues 50 cts. mas.



Por cierto, en todos los baños hay que pagar, unos 50 cts., pero a cambio encuentras unos servicios en perfectas condiciones, limpios y  con todas las garantías de higiene.



Después de la comida nos dirigimos a unos puntos emblemáticos de la ciudad, en la zona de la RDA.





Museo del holocausto

BIDI del Museo del Holocausto

Check-Point U.S.

"Pasamos" por Babelplatz, Gendarmenmarkt,  Alexanderplatz y el famoso CHECKPOINT CHARLIE, que yo estaba confundiendo con el Puente de los Espías. Desgraciadamente todos estos lugares los vimos desde el autobús... como decía mi madre "morder y sorber no puede ser...", si estás limitado de tiempo no puedes ver muchas cosas.






1 comentario:

Genín dijo...

Buen reportaje fotográfico, si señor, aunque yo quiero mas fotos, ya sabes que en eso soy insaciable. Ya veo que no te llevaste la gaita... :(
Salud