Buscar este blog

domingo, 23 de diciembre de 2012

¿Mula y buey? ¿Reyes andaluces?... no he leído eso...


A raíz de la polémica surgida  por el libro del Papa actual, Benedicto XVI,  con relación a los textos que han aparecido prensa sobre la mula y el buey así como la polémica de los Reyes Magos que se sitúa en España y mas concretamente en Andalucia, y en base a conocimientos transmitidos por un habitante de Jerusalén, un guía judío muy versado en conocimientos tanto del Talmud como de la Biblia y la religión musulmana voy a pasar a comentaros algunas de sus apreciaciones.

Nos comentaba ese guía, de nombre Gustavo, que es tiempos de Jesús, cuando la gente quería desplazarse de una ciudad a otra para realizar gestiones para la administración romana, y en este caso que nos ocupa para el empadronamiento de María y José, era habitual que la gente marchase de sus lugares de origen con todas sus pertenencias ya que se trataba de desplazamientos que duraban meses.

Con este dato podemos pensar que posiblemente cuando María y José se pusieron en camino se llevasen todas sus pertenencias y ¿por qué no pensar que disponían de una carreta tirada por un buen y que María se desplazaba en esa carreta?.

La primera representación que vi de la Virgen María embarazada....


 Se me ocurre pensar así mismo que una vez llegados a Belén y dado que no encontraron posaba y tuvieron que irse a una cueva los últimos metros de acceso a esa cueva bien pudiera ser que María, y dado avanzado estado de gestación lo hiciese montada en una borriquilla o mula y, lógicamente los animales podrían estar cerca de sus amos en el interior de la cueva.

Lógicamente esto son especulaciones y pensamientos que se le pueden ocurrir a cualquiera y ¿porque no pudo ser así? al fin y al cabo ninguno de los que estáis leyendo esto se encontraba allí en aquellos tiempos .

 Otro tanto ocurre con la procedencia de los Magos que casi viene a ser una figura que adorna el tema de la Navidad, en ningún momento se dice, como podéis leer en el texto que os adjunto, que los Reyes fuesen de España, ni andaluces, se habla de Tartesos en España sino que se abre un abanico de posibilidades de dónde pudieron proceder estos Magos, situando uno de sus extremos en el extremo occidente.

Ahí os dejo lo que en el libro LA INFANCIA DE JESÚS escribe al respecto Benedicto XVI:

San Agustín ha interpretado el significado del pesebre con un razonamiento que en un primer momento parece casi impertinente, pero que, examinado con más atención, contiene en cambio una profunda verdad. El pesebre es donde los animales encuentran su alimento. Sin embargo, ahora yace en el pesebre quien se ha indicado a sí mismo como el verdadero pan bajado del cielo, como el verdadero alimento que el hombre necesita para ser persona humana. Es el alimento que da al hombre la vida verdadera, la vida eterna. El pesebre se convierte de este modo en una referencia a la mesa de Dios, a la que el hombre está invitado para recibir el pan de Dios. En la pobreza del nacimiento de Jesús se perfila la gran realidad en la que se cumple de manera misteriosa la redención de los hombres. Como se ha dicho, el pesebre hace pensar en los animales, pues es allí donde comen. En el Evangelio no se habla en este caso de animales. Pero la meditación guiada por la fe, leyendo el Antiguo y el Nuevo Testamento relacionados entre sí, ha colmado muy pronto

Isaías 1,3: «El buey conoce a su amo, y el asno el pesebre de su dueño; Israel no me conoce, mi pueblo no comprende.»

Peter Stuhlmacher hace notar que probablemente también tuvo un cierto influjo la versión griega de Habacuc 3,2: «En medio de dos seres vivientes... serás conocido; cuando haya llegado el tiempo aparecerás» (p. 52). Con los dos seres vivientes se da a entender claramente a los dos querubines sobre la cubierta del Arca de la Alianza que, según el Éxodo 25,18-20, indican y esconden a la vez la misteriosa presencia de Dios. Así, el pesebre sería de algún modo el Arca de la Alianza, en la que Dios, misteriosamente custodiado, está entre los hombres, y ante la cual ha llegado la hora del conocimiento de Dios para «el buey y el asno», para la humanidad compuesta por judíos y gentiles.

En la singular conexión entre Isaías 1,3, Habacuc 3,2, Éxodo 25,18-20 y el pesebre, aparecen por tanto los dos animales como una representación de la humanidad, de por sí desprovista de entendimiento, pero que ante el Niño, ante la humilde aparición de Dios en el establo, llega al conocimiento y, en la pobreza de este nacimiento, recibe la Epifanía, que ahora enseña a todos a ver. La iconografía cristiana ha captado ya muy pronto este motivo. Ninguna representación del nacimiento renunciará al buey y al asno.
................................. 

Así como la tradición de la Iglesia ha leído con toda naturalidad el relato de la Navidad sobre el trasfondo de Isaías 1,3, y de este modo llegaron al pesebre el buey y el asno, así también ha leído la historia de los Magos a la luz del Salmo 72,10 e Isaías 60. Y, de esta manera, los hombres sabios de Oriente se han convertido en reyes, y con ellos han entrado en la gruta los camellos y los dromedarios. La promesa contenida en estos textos extiende la proveniencia de estos hombres hasta el extremo Occidente (Tarsis-Tartesos en España), pero la tradición ha desarrollado ulteriormente este anuncio de la universalidad de los reinos de aquellos soberanos, interpretándolos como reyes de los tres continentes entonces conocidos: África, Asia y Europa. El rey de color aparece siempre: en el reino de Jesucristo no hay distinción por la raza o el origen. En él y por él, la humanidad está unida sin perder la riqueza de la variedad. Más tarde se ha relacionado a los tres reyes con las tres edades de la vida del hombre: la juventud, la edad madura y la vejez.

Pasaje de: XVI, Benedicto. La infancia de Jesús. iBooks.
Es posible que este material esté protegido por copyright.

3 comentarios:

Isabel Soriano dijo...

Con tan libres pensamientos nos quieren quitar la magia del nacimiento de jesús...Al final nos preguntaremos si fue niño o niña.
Felices Fiestas a Sari, a ti y todos tus allegados.
Abrazos

Situco dijo...

Felicidades para vosotros también, que lo paséis bien...

Besos

Genín dijo...

Si desde luego, todo es posible...
¡Felices fiestas!
Salud