Buscar este blog

miércoles, 8 de julio de 2015

A LOS FIORDOS NORUEGOS.

Haciendo la crónica del viaje
Siempre me pareció que "sonaba" bien eso de los FIORDOS NORUEGOS, pero claro, una cosa es la idea y otra es la realidad, no demasiado distinta , pero distinta al fin y al cabo.

No es el primer viaje de este tipo que he realizado y por ello tengo algún elemento de comparación entre ellos ya que, si bien son bastante distintos en cuanto a tipo de visitas, el funcionamiento dentro de la nave (se trataba de un crucero) es igual en los que he conocido aunque las compañías navieras eran distintas.

El tema de propinas y el funcionamiento con las tarjetas de identificacion del barco son iguales en todas, es normal, una cosa que funciona no se debe cambiar si no es mejorandola... y la forma que tienen de evacuar al personal para salir del barco asi como para entrar es un sistema que no agobia y que da resultado.

En cuanto al funcionamiento de la nave... sin problema. 

En cuanto al funcionamiento del programa de excursiones..., en este concretamente..., tengo mucho que contar y no todo bueno. 

He hecho otro viaje de este tipo y las ciudades en donde atracaba el barco se podían visitar tranquilamente por cuenta propia o bien contratando excursiones... a gusto de cada uno, pero en este no sabía que no existía esa posibilidad, porque las ciudades donde recalabamos, salvo alguna excepción, no tenían nada de nada que ver, solamente tiendas de souvenirs.

Me recomendaron en la agencia que realizase dos excursiones que habían hecho sus empleadas y que se supone que son las mejores, y digo "se supone" porque al no haber hecho ninguna otra no tengo elementos de juicio. Las dos que  hice no son malas, es cierto.

La navegación en los fiordos es estupenda, los farallones entre los que navega el crucero son impresionantes, kilómetros de altura hasta la cumbre de los mismo regadados por numerosas cataratas provenientes de la nieve que está acumulada en su parte mas alta.

A pesar de sorprenderme y admirar su indiscutible belleza he de decir que ya había visto algo similar en una excursión por un río en el que, si bien las laderas no eran tan altas en comparación con el pequeño barquito con el que nos desplazabamos, daban la impresión de enormidad.

De todas formas, nada que objetar a esa belleza, que no fué en todo el tiempo que duró el crucero, hubo mucha navegación por mar en donde no se veía nada...

(Continuará)

1 comentario:

Genín dijo...

A ver las fotos de la segunda parte :)
Salud