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lunes, 6 de febrero de 2012

Jerusalen en sabath


Llegar a una ciudad al atardecer cuando el sol se empieza a ocultar por el horizonte siempre es un espectáculo, pero si esa ciudad es Jerusalen y la oportunidad es verla desde un mirador panorámico... la impresión es doble.

Nuestro amigo Emilio, de Viajes Ain-Karen, aprovechando su experiencia quiso sorprendernos haciendo coincidir la caida de la tarde con nuestra llegada y con la entrada del sabath judío.

Bueno, fotos hice un montón..., lo que siento es que no me enteré de muchas cosas de Jerusalen que nos contaba Patricia, pero bueno, sin menospreciar sus enseñanzas, las leeré o bien si el Supremo Hacedor me concede volver otra vez... prestaré más atención.


Poco después de la entrada del sabath nos acercamos al famoso "muro de las lamentaciones"...


Fuimos "aleccionados convenientemente" sobre algunas de las costumbres y de las normas que debíamos observar tanto para ese día como en el recinto del muro durante esa jornada que comenzaba. Una de las prohibiciones es la de no poder accionar ningún artilugio que genere movimiento o similar, con lo cual la cámara de fotos... prohibida, el móvil usado como cámara... lo mismo, supongo que coger una llamada de móvil... tampoco. En un post anterior hablé de los ascensores de sabath...


Si, ese de rojo soy yo..., "a donde fueres..."

El espectáculo en ese día concreto es digno de ver, observar y meditar. Nunca pensé que vería tanta cantidad de gente congregada orando, bailando, cantando,... jóvenes, menos jóvenes, mayores.... todo un acontecimiento.

Mi intención era la de acercarme el muro para lo cual me puse esa especie de gorrito, la kippá , que había a disposicion de la gente en un recipiente, algo obligatorio cuando entras en el recinto sagrado, seas o no judio, practicante o no practicante. Me informaron que ese gorro al estilo del solideo cristiano era para recordar que hay alguien por encima de ti... Dios. Solideo= sólo Dios.  Me gusta ser respetuoso con las creencias, costumbres, tradiciones, etc y pensé que no pintaba nada interrumpiendo o empujando para llegar al muro, tiempo tendría de tocarle, como así fué.

No puedo describir la sensación de unidad, alegría, pasión,... en resumen, de "buen rollo" que se respiraba allí, vamos que "aluciné en vivo y en directo" y nosotros allí,como pasmarotes viendo todo un espectáculo, para los que no era la primera vez supongo que fué otro tipo de sensación, pero para mi ...


Prefiero colgaros fotos para que las veáis. En otra ocasión os comentaré el porqué de los distintos gorros, barbas, "tirabuzones",..., todo tiene su explicación, y gracias a Gustavo nos enteramos. Para los que no vivimos esa religión y lo vemos desde fuera todo nos parece curioso, pero esa "curiosidad" tiene una explicación.

3 comentarios:

Genín dijo...

Las fotos de las puestas son preciosas, no es que las otras sean feas, pero aquellas son espectaculares...
Salud

mardos dijo...

¡Vaya recuerdos Sito!. Gracias por tu esfuerzo. Increible.

mardos dijo...

Hoy recordaba la primera visión sobre Jerusalén y los rayos de sol envolviéndonos. Inolvidable esa sensación.