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miércoles, 15 de septiembre de 2010

¡A LOS GLOBOS!

Y llega el momento de subir a la barquilla… 5 apartados, cuatro para los turistas en los cuales entrábamos 5 personas y el del piloto en medio con 5 enormes bombonas de gas…



Mis amig@s que habían visitado esta zona y habían subido también en globo me habían avisado de que era conveniente una gorra ya que los quemadores de gas desprenden calor también hacia abajo y con mi “pelota” rapada…, por eso me llevé una de mis gorras.



Y comienza la ascensión, poco a poco, el piloto calentando el aire con los quemadores y nosotros viendo como poco a poco iba subiendo el monstruo… y mientras sacaba fotos de los otros globos que ya habían ido ascendiendo… no me entero de que el nuestro también subía… y … se me ocurre mirar para abajo… jodeeeeeeer, igual habíamos ascendido 400 metros… “¡quien coño me mandará a mi meterme en estos berenjenales…”!, comienza el acojono… pero … a aguantar, ya no tiene remedio… Situco, dedicate a sacar fotos y no pienses que esos cables de acero pueden romperse y…, anda, piensa otra cosa. Si, coño, pienso en otra cosa pero este monstruo lejos de bajar sigue subiendo, y ahora si que lo noto…, los vehículos parecen hormiguitas… ¿altitud? ni idea pero para mi que pronto nos darán mascarillas de oxigeno si este tío sigue subiendo. Al final se estabiliza y parece que con el mogollón de fotos que voy haciendo la cosa se está calmando, mis nervios…



Lo cierto es que ahora, con los pies en tierra, he de decir que mereció la pena, un poco acojono, no lo voy a negar, pero el espectáculo de ver decenas de globos ascendiendo y después en el horizonte mientras ves salir el sol… bueno, ahí podéis verlo y … juzgad vosotr@s … Paisajes de esos que se ven por aquí, por Internet, pero que … nunca piensas que los vivirás.

Una hora navegando por entre paisajes de cuento de hadas, subiendo, bajando, rozando las Chimeneas de las Hadas…, Boris me dijo que mirase a ver si veía a David El Gnomo, pero no, no le vi, y menos desde esa altura, ahí os dejo una muestra.



Y viene otra parte chunga… el aterrizaje…



A la salida nos habían dicho que al aterrizar tuviésemos cuidado, que la barquilla podía moverse demasiado, que nos agarrásemos bien,… bueno, lo habían dicho en inglés, y un compañero de globo me lo fue traduciendo, siempre se encuentra gente amable…



Pues… imaginad un pic-up con un gran remolque… y el globo que desciende… echa una cuerda que es asida por 5 operarios… uno de ellos dando patadas al suelo y levantando polvo… claro, piensas un poco y te das cuenta que está mirando a ver de que lado sopla el viento para dirigirle de la mejor manera… pues bien, con una habilidad que te deja de una pieza ves como esa mole de aire caliente con una barquilla de 21 personas va a ser colocada con una precisión milimétrica en el remolque de la pic-up. De otra forma habría sido imposible o al menos muy complicado subirla al remolque, la barquilla pesaba lo suyo y los quemadores… un montón. Pues con la misma precisión que nos “colocaron” en el remolque y con una rapidez increíble descargaron el globo de aire caliente y le plegaron en un plis-plas.




Después brindis con champán y zumo y entrega de diplomas …




Vuelta al hotel para “desayunar” mas en serio y a las excursiones del día.

2 comentarios:

Genín dijo...

¡Ole con ole y olé!
Esta si que es una entrada generosa, como el que la hace.
Cuando llegaste a tierra no sentiste ningún olor sospechoso?
¡Ni nada calentito y pastoso en el pantalón? jajajaja
Debe de ser como dices, acojonante en todos los sentidos...jajaja
Yo subí a un globo en la feria de muestras de Zaragoza, pero a cierta altura lo amarraban a tierra, osea que nada que ver con tu viaje, y...¡Yo estaba acojonado! jajaja
Lo del diploma es demasiao...jajaja
Salud

nesy. dijo...

Pero que envidiaaaaaaaa (sana)!!! Viaje en globo, es uno de mis sueños!!!debe ser una experiencia única!!


Biquiños