El Balneario (II)

(... continuación...)

No ha variado en esencia el modo de tomar los baños (1) ya que aunque antes había más servicios como por ejemplo una especie de cascada en la cual se tomaban “vahos”, hoy en día sigue habiendo aguadoras y bañeros y bañeras, pero, remontémonos en el tiempo.

En lo que hoy conoceos como “La Fuentilla”, y que en la actualidad es un “puesto” de pesca, había dos aguadoras las cuales servían el agua en bebida a los bañistas.

La cantidad de baños a tomar la prescribía, igual que hoy, el médico, pero también había su picaresca, en Mayo, a principios, y a primeros de Octubre se desplazaban algunos castellanos, manchegos y extremeños…con lo cual se ahorraban la cuota del médico el cual venía en Junio, por supuesto que los lugareños también hacían lo propio, no obstante fuera de la temporada oficial (Junio-Agosto) éstos tenían los baños gratuitos (2).

Este punto no está del todo confirmado si bien existen unos documentos en la junta vecinal que podrían esclarecer esta situación.

Al principio fue la familia Solórzano de Hijas la encargada de los baños y ya los cobraban. El lugar estaba cubierto por unas socarrenas para proteger el pozo, más tarde pasó a ser propiedad de un canónigo de la familia Fuentes Pila la cual descendía de Argomilla de Cayón, más tarde fue la familia Corcho y Dñª Amelia Fuentes-Pila los que regentaron los baños, no obstante el promotor y alma mater de los mismos fue D. Santiago Fuentes-Pila.

Como en todo tiempo había personas con más recursos los cuales se pasaban un mes e incluso más veraneando, por lo general eran catalanes, bilbaínos y madrileños, en ocasiones abundaron los extremeños.

Existían dos tipos de baños: general e individual.

Baño general: estaba ubicado a la entrada, en la parte izquierda, se abría a las 6 de la mañana, constaba de una “piscina” de 4x4 metros en la cual y en tandas sucesivas de hombres y mujeres tomaban las aguas doce-catorce personas al mismo tiempo.

Este baño era para las personas con menos recursos y costaba 2 Reales.

Había un bañero para ayudar a las personas impedidas y según nuestros informadores en un tiempo esta labor fue desempeñada por D. Arturo Diego.

Baño individual: era para las personas más pudientes y costaba 2 Pesetas.

Estas personas no guardaban ningún tipo de cola, ya que los cocheros, maleteros e incluso vecinos del pueblo “pasaban la noche” a la puerta de los baños para coger el número de los señores, esta actitud era recompensada generosamente con propinas que oscilaban de 2 a 3 Pts. Hemos de tener en cuenta que un sueldo normal era de 3 pts diarias.

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(1) Nos referíamos a la forma de tomarlos en los años en que se escribió el librito, hoy es otro mundo, “tenemos” incluso la Catedral del Agua…, también esto merecería capitulo aparte, pero… es historia actual.

(2) Como hemos dicho desde el principio reproducimos aquí el relato de los mayores, no inventamos nada. Al parecer existía documentación escrita sobre esta prebenda de los lugareños, pero esa documentación “se esfumó” del organismo oficial que la custodiaba Dios sabe a cambio de que…

El que esto transcribe se bañó muchas veces, de niño, fuera de temporada…