PRIMER DIA EN LA CAPADOCCIA

Para el lunes ya teníamos la primera excursión prevista pero… antes de ello y en aras a nuestro espíritu aventurero nos embarcamos, y nunca mejor dicho, en una nueva aventura que estaba fuera del programa… SUBIR EN GLOBO.

Hala, a dormir, que mañana hay que madrugar… nos despertarían a las 4,50, menuda faena…, apenas llegamos y ya tenemos de madrugar… si es que la vida del turista es muy dura…, pues nada, cenar y a la cama… ¿y quien se duerme a las 9 de la noche hora turca…?, osea, las 8 de la tarde en España …, dando vueltas en la cama hasta que rendidos nos visitó Morfeo.

A la hora prevista y con puntualidad prusiana nos presentamos en la recepción para desplazarnos a “los voladeros”, es decir, a la explanada desde donde se cargan estos monstruos de aire caliente para su posterior despegue.

A la llegada tomamos un frugal desayuno, estaba incluido en el viajecito, por cierto, nada barato (145 €), por ese precio bien podían haber dado un desayuno tipo buffet, pues no, agua caliente, nescafé en polvo, leche en polvo y pan y alguna galleta para mojar…, pero bueno, el acojono de los nervios y el saber como era la función…, claro, a esas horas, de noche y con la única iluminación de los vehículos lo mismo te desayunabas un trozo de pan que un saltamontes turco (en pleno campo…).

Y comienza el espectáculo… empiezan a hincharse los globos en la oscuridad de la noche y comienzan a saltar los flashes de las cámaras de fotos, total para nada, con el flash incorporado bien poco se puede hacer pero bueno, echamos mano a otras técnicas y … ahí tenéis una muestra.