Uno de los viajeros, Jose, fue el encargado de proveernos, en esta ocasión era de Galicia, pero eso si, casero, y le adoptamos ya que tanto los viajeros como la petaca eran de Cantabria.
Puede sonar a chiste pero no lo es. El tomar un chupito de orujo después de una comida, en estos casos no muy copiosa, además de ayudar a la digestión supongo que “arrasa” los bichitos que pudiesen ingerirse en las ensaladas, por ejemplo.

Al principio el personal se te queda mirando como a un bicho raro pero una vez que tomas confianza y les invitas se dan cuenta que la idea no es descabellada. Bueno, os diré que mas de un malestar de estómago a cuenta de las comidas “distintas” y especiadas ha sido reparado con el AGUA DE CANTABRIA.
Otra cosa distinta es el cargar con ello y sortear los distintos controles, tened en cuenta que estamos en un país en el que el alcohol…, pero eso es mas adelante cuando os lo contaré.
1 comentario:
jajajaja Genial el agua de Cantabria...jajjaja
Aunque seria mas practico el agua loca, por ejemplo, en Japón el Sake, o en mexico el Tequila etc,etc
O...No te fias? jajaja
Salud
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