La mañana tenía pinta de ser calurosa, visitaríamos la ciudad subterranea de KAIMAKLI, una de tantas de las que al parecer está minada la zona, es mas, nos dijeron que posiblemente haya todavía algunas esperando a ser descubiertas.
Primer intento: acompañados por nuestro guía Halil comenzamos la visita pero… había exceso de visitantes con lo cual lo mejor era dar media vuelta e intentarlo pasados unos minutos… ya nos íbamos acostumbrando a entrar y salir… comenzamos en Bilbao apeándonos del avión…
Una vueltecita por los puestos de vendedores ubicados estratégicamente en la entrada a los monumentos , comprar agua (más barata que en el hotel) y de nuevo otra intentona…
Segundo intento: esta vez si, logramos adelantarnos a un grupo de japoneses. Uno que ya está acostumbrado a ver cuevas no le agobia mucho el andar por pasadizos estrechos pero había gente a la que “no le iba mucho ese tipo de marcha”, demasiado estrecho en muchos sitios y demasiado bajo en otros, alguno dejó algún trozo de pie en el techo…, por otra parte las salas a las que se accedía no eran demasiado amplias y a pesar de no ser muchos… estábamos un poco comprimidos.
Se trata como ya dije de una ciudad subterránea horadada en el subsuelo para dar albergue a unas 1.500 personas cuando había peligro de invasión. Imagino a los invasores entrar en una población vacía y preguntándose donde se habría ido la gente en tan poco tiempo…
Además de los pasadizos y diferentes salas estaban también los silos de provisiones, aljibes de agua así como las viviendas y las cocinas para los habitantes, y lógicamente había un sistema de túneles de aireación y de extracción de humos, humos que no debían ser vistos por los atacantes…, vamos, una especie de apartamentos para vacaciones, incómodas, eso si.
A continuación nos dirigimos hacia el restaurante no sin antes hacer unas paradas “para la foto” por el camino…, paradas que nos agobiaban, no por los vendedores, que en todo el viaje habían sido respetuosos, cosa que no ocurre en otros países, sino por el intenso calor.
1 comentario:
He leído algo sobre esas ciudades subterráneas y es increíble como lo tenían todo organizado, ahora será muy interesante ver lo que nos cuentas de primera mano.
De momento en la segunda foto tuya, te veo cara de mala leche, no me extraña que no te molestaran los vendedores...jajaja
Salud
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