Un viaje relámpago, a PISA

Mi amigo Jesús, de FUNDEGO, una fundación ubicada en Sarón (Cantabria), me propuso hace algún tiempo visitar Pisa, pero no en una fecha cualquiera sino en una festividad llamada Las Luminarias de San Ranieri. 

Al parecer él es asiduo visitante desde hace años junto con su esposa. No le di mayor importancia ya que es una ciudad a la que, si bien tenía interés en conocer, no era una de mis prioridades. 


Hace unos días, durante un curso, volvió a planteármelo y llegó a oídos de mi mujer, la cual se apuntó inmediatamente. 


Pues nada, después de hacer las gestiones pertinentes en cuanto al vuelo, por cierto, de Ryanair (del cual hablaremos con motivo de su nueva tarjeta y de unas condiciones de la misma que me parecen un poco abusivas… ), nuestro amigo se encargó de buscar alojamiento en una localidad, Pisa, que por estas fiestas se pone “de bote en bote”. 


Para un “lince” en cuestiones informáticas como es mi amigo Jesús, el buscar alojamiento a buen precio y en buena ubicación no fue mayor problema, claro que, de algo tiene que servir el ser asiduo visitante de esta ciudad…, del aeropuerto al alojamiento, un B&B (Bed and breakfast), menos de 10 minutos andando, y además y dado que el aeropuerto y la estación de trenes están muy cerca… el lugar de descanso estaría propicio para los desplazamientos, entre ellos a la ciudad de Florencia, otro de los puntos que teníamos previsto visitar. 


De todos es sabido que en ocasiones es mejor dejar al azar las visitas y el desarrollo de los viajes, si bien un pequeño programa no viene de mas.  


Aparte del espectáculo de las Luminarias estaba previsto sacar fotografías un fresco que hay en Pisa que lleva por título El triunfo de la muerte, en el Camposanto de Pisa, una enorme pintura con la cual trataremos de hacer algo curioso a nuestra vuelta, si es que nos dejan fotografiarla… 


Como se supone que en las fechas previstas haría calor el equipaje no tenía porque ser muy voluminoso, máxime si queríamos llevar cámaras, trípode, etc.