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martes, 26 de octubre de 2010
PASEO POR EL BOSFORO
Tanto esta como la visita a las mezquitas te las ofrecen las agencias de viaje pero… en base a experiencias de otros turistas… pues no es mala la idea de hacerlas por cuenta propia y echar mano a una de esas guías tan buenas que se venden o bien recogiendo experiencias de otros viajeros… Leyendo un poco estas guías puedes hacer una visita estupenda, en serio.
El paseo por el Bósforo se puede hacer perfectamente ya que todos los puertos de parada vienen estupendamente explicados en las guías y puedes disfrutar sacando fotos o viendo el paisaje…
Después de casi dos horas de navegación llegas a la localidad de A. Kavagi.
Si ya de por si los vendedores en algunas zonas te dan la lata aquí se llevan la palma los empleados de los restaurantes…, llegan a agobiar.
Después de dar un paseo por el pueblecito, bueno, mas que nada por las calles de los diferentes restaurantes decidimos quedarnos a comer en uno de ellos no sin antes haber “negociado” las condiciones, en casi todos los lugares la oferta era similar y en este, MERCAN RESTAURANT, la oferta incluía además de “calamares”, “mejillones”, “dorada o lubina”, ensalada, pan y copa de vino o refresco (cosa que ofertaban los demás), café o té.
Por supuesto que “las doradas de los otros restaurantes son de piscifactoría, la nuestra es de anzuelo” (es lo que te decían…), el tamaño que te mostraban… estupendo, otra cosa es lo que traían…
No estuvo mal el comienzo pero… cuando me trajeron mi dorada… olía fatal, y las otras dos también, las lubinas no. Se lo dijimos y amablemente se ofreció a cambiarlas. Tardó, pero las trajo, la mía en su punto, las otras dos… casi crudas asi que en cuanto se percató… se las llevó a hacerlas bien.
Vamos a ver, un cocinero, a no ser que tenga un gripazo como una mezquita, se tiene que dar cuenta de que la lubina está en mal estado nada mas olerla, si la echa a la sartén ya ni te cuento… aparte de otros signos que declaran que el alimento no está en optimas condiciones, pero supongo que a ellos les da igual.
Al final las comimos y tomamos ración doble de AGUA DE CANTABRIA junto con los cafés y té.
Como se aproximaba la hora de partida del barco pedimos la cuenta y la trae… con un incremento de un 40%. ¡Vamos, que no te lo crees ni tu!.
Al pedir explicaciones nos dice que los cafés eran en la barra y no en la mesa… ¡anda ya!, después de una discusión le dimos algo mas, pero no lo que nos pedía, y con las mismas nos fuimos sin que opusieran ninguna pega.
La jugada es sencilla, te ofertan lo mismo que los demás e incluso mejorado, pero a la hora de marchar se inventan la excusa más peregrina para subir el precio… supongo que al ser ocho los comensales debió intimidarle. Y esto es lo que me cabrea, que traten de timarte y reírse a tus narices… por eso, a cara dura, otra cara dura y en el peor de los casos llamar a la policía o discutir en voz alta, eso le espantará clientes y es lo que menos desean. Esto es lo que comentaba hace unos post, la cara tan dura que tienen y que acabarán cargándose al turismo.
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1 comentario:
Desde luego que dan ganas de un garbeo por ahí, y sabiendo la jeta que tienen gracias a ti, pero es desagradable andar desconfiando todo el tiempo de todo, pa mi que han perdido un cliente en potencia...
Salud
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