...(continuación) ATLETISMO: “D. José Trueba Barquín (Joselín) ganó todas las carreras que se hicieron en Viesgo y en otras limítrofes.
Recordemos la celebrada el día de San Miguel: la salida era frente al café La Terraza, con 800 mts de longitud hasta el retiro y tuvo una anécdota muy humana.

El premio consistía en dos vistosos gemelos para camisa o en su lugar 25 Pts. El muchacho como es lógico eligió los gemelos “muy ligones”, pero al enterarse su madre, “la tía Teresa” de la decisión de Joselín, llegó con su cachavita para decirle a D. Santiago Fuentes-Pila (que era el que otorgaba el premio) que, por favor, no hiciera caso a su hijo y le entregase a ella las 25 pts, que buena falta le hacían a ella con tantos hijos… El Sr. Fuentes-Pila comprendió perfectamente a la buena señora y, al fin entregó las 25 pts a la madre y los gemelos a Joselín”.
NATACION: “Teníamos en Viesgo un gran nadador, D. Antonio Fdez Regatillo (Toñin). Nadaba en todos los estilos: croll, braza, espalda, … etc., y siempre que hubo concursos de natación (casi todos los años en Agosto o por San Miguel) la victoria era para el.
La distancia era desde “La cuentilla” hasta la esquina del final del Balneario y regreso. Venían nadadores de categoría de Santander, además de veraneantes cualificados pero siempre los vencía.”
BOXEO: “En la década de los años 1.930 llegó a nuestro pueblo un simpático personaje procedente de Torrelavega y que desde el primer día “cayó” estupendamente entre todos los vecinos, SANJO, D. Isidoro San José Botrán.
Era un hombre polifacético. Sabía de todo, o por lo menos eso decía el. Boxeador, jugador de bolos, futbolista, dominó,… gozaba del título de “Campeón de Boxeo de la Marina”.
Sirvió en un buque de guerra y “allí” era el amo dando tortas, por lo cual le titularon en bromas “Campeón de la Marina”.

Como futbolista del VIESGO SPORT se partía el pecho. (Por cierto, uno de esos jugadores es mi abuelo...)
Anécdota. Partido en Villasevil contra el equipo que se llamaba la “Unión Torancesa”, a la hora de salir al campo de la Venta faltaba Sanjo porque se le olvidó la hora y estaba tomando “gasolina”.
Se le avisa e inmediatamente va a vestirse de corto y observa que le falta el pantalón. Se desespera porque había comenzado el partido, y, al fin consigue que le presten un “bañador” de un chavaluco y se le colocó sin reparar en detalle alguno. Nada mas entrar en juego el bañador se le descose y en el fragor de la lucha, además del calor producido por la “gasolina” ingerida, no se da cuenta del ridículo que va haciendo pues cada vez que hace un esfuerzo asomaba por la parte de abajo determinada zona de sus atributos varoniles.
Algunos muchachos de Villasevil que le conocían le llamaban “maletero” y le decían: “¿Señorito le llevo las maletas? Y Sanjo les respondía: ¡Toma tetita, morenita!.
No se nos olvidará en la vida por la vergüenza que pasamos todos.”